El índice del compromiso con el manejo ambiental – ICAM es una iniciativa del CLACDS, de INCAE y de InWEnt, socios del Proyecto Ecobanking. El ICAM es una herramienta sencilla para la evaluación virtual, por medio de la cual las instituciones financieras podrán evaluar su compromiso con la adopción de lineamientos ambientales en sus operaciones internas y externas, y compararlo con el compromiso de otras 86 instituciones en el ámbito regional e incluso nacional.
El objetivo del ICAM es estimular a las instituciones financieras latinoamericanas a incluir lineamientos ambientales en sus operaciones y comparar su esfuerzo con el esfuerzo de otras instituciones que ya han iniciado este proceso.
La institución financiera interesada en conocer su ICAM debe diligenciar un corto formulario electrónico de 10 preguntas relacionadas con la adopción de lineamientos ambientales en sus operaciones. La institución financiera que diligencie este formulario, tendrá un reporte con su calificación y el lugar que ocuparía en el continente con base en esa calificación (ranking entre 1 y 87 incluyendo su propia calificación, donde la posición 1 corresponderá a la institución financiera más comprometida y la 87 la menos comprometida), así como la calificación promedio de las instituciones del país al cual pertenece y la calificación promedio de la región. Esta información le permitirá a la institución financiera participante, comparar su compromiso actual con el resto de la región.
No se reportarán los nombres ni las posiciones de las instituciones financieras que ya fueron evaluadas, ni el nombre de la entidad que participa en el proceso; esto con el fin de mantener la confidencialidad de la información con la cual ya cuenta el Proyecto Ecobanking. El programa únicamente reportará la posición de la institución participante respecto a las otras 86. Si una institución financiera desea que su posición y ranking queden registrados en el programa, deberá solicitar un proceso de verificación de información por parte del Proyecto Ecobanking y asumir los costos que el proceso implique.
La participación en el proceso será voluntaria y podrá realizarla más de una vez la institución financiera, de manera que le permita evaluarse bajo diferentes alternativas de cumplimiento.